La segunda ciudad más grande de México, y también la mayor representación de lo típicamente mexicano. Los mariachis y el tequila son elementos intrínsecos en la zona, sí, pero también paisajes inolvidables, callejuelas empedradas y vestigios coloniales te esperan en esta ciudad mexicana.
Comenzamos el día con un buen desayuno, y nada más auténtico que hacerlo en el Mercado San Juan de Dios, un verdadero paraíso gastronómico para los foodies, donde podrás degustar las recetas más tradicionales.
Apunta estos lugares que no puedes perderte si visitas la ciudad: la catedral, el Instituto Cultural Hospicio Cabañas (Patrimonio de la Humanidad por la Unesco), los barrios de Providencia y Chapultepec y el mercado Tianguis de Tonalá.
Pero Guadalajara también es un estupendo sitio para moverse por la zona. Dirígete hacia el norte con tu coche para llegar a Zapopan, una localidad famosa por su Basílica, su museo de arte moderno y su espíritu bohemio.
Y si te has quedado con ganas de más, no dejes de visitar Tlaquepaque, a unos 10 minutos en coche al sur de la capital. Un pequeño pueblo con el verdadero encanto mexicano, callejuelas empedradas, coloridas casas y comercios con auténticos tesoros artesanos. Visita también el Museo Pantaleón Panduro, te sorprenderá su extensa colección de arte folklórico.