Mérida es una ciudad que merece la pena recorrer de principio a fin sin prisa, sintiendo su pasado romano en cada pisada. No en vano, su núcleo urbano está construido sobre lo que fue, exactamente, la Emérita Augusta romana, cuyo nombre viene del emperador Augusto, que fundó, a la orilla del río Guadiana, esta ciudad constantemente bañada por el sol.
El teatro y el anfiteatro romano, la Morería, el templo de Diana, el arco de Trajano, el circo romano, las termas, sus acueductos… Los atractivos históricos de esta ciudad son infinitos, por lo que te espera un buen paseo para descubrirlos todos.
Pero la aventura no acaba aquí: sube a tu coche de alquiler para explorar los alrededores emeritenses. Tienes dos opciones muy evidentes a la par que interesantes, Cáceres y Badajoz, pero te proponemos también una alternativa o añadido a tu ruta por Extremadura, Trujillo.
La localidad de Trujillo se encuentra 88 kilómetros al noreste de Mérida, y llegarás en menos de una hora en coche. Un pequeño pueblo cargado de encanto, que se ha transformado durante numerosas etapas de la historia, desde poblado romano hasta ciudad medieval. Recorre la Plaza Mayor, la Iglesia de San Martín de Tours, la Alberca, su castillo del siglo XV y la puerta arco de la Sangre. Cierra tu visita en el mirador de las Monjas, desde donde podrás contemplar las mejores vistas de Trujillo.